Para desempolvar polémicas perdidas

("Usted y yo trabajamos en esa revolución; éste será nuestro honor ante la posteridad si ésta se acuerda de nosotros"" Carta de P.J.Prouhdon a Michelet)

Tengo como Prouhdon

afecto por las vacas

y horror por los sistemas.

Según el manifiesto

(con la eme mayúscula)

a los ojos del bien

eso es un desacato:

¡Utopista insolente!

llamaron al francés,

¡Pasarás a la historia

si acaso por pendejo!

Y Prouhdon contestaba:

"No me quedé callado.

Jamás me quedaría:

¡Tenia del socialismo!,

respondí en alta voz".

(Otros en estos tiempos -que no en el diecinueve- no hemos dicho ni mu en circunstancias peores).

"Confío en los mutualistas

y descreo del Estado.

No hay nada de provecho

en cambiar de cadenas.

No existe el absoluto

venderse a ello es tonto.

Yo sólo veré el mal.

Moriré en las tinieblas.

Pero uno de estos días..."

Si la posteridad

-escribió a Michelet-

se acuerda de nosotros...

Son los años noventa.

Comienza a caer la lluvia.

A la mitad del mundo

un hermoso animal

rumia con parsimonia

en lo que arriba el siglo.


el hip-hop de la línea

(lo que a un animal le cabe en el hocico)

Caronte es este tipo

que se sirve el spid luego del trago.

no te puedo creer que no hayas visto

lo que le echa a la copa en la segunda ronda.

Su padre igual que él era madrina

aunque antes fue güi-güi de los de lamparita.

La madre de Caronte era una puta.

De ambos supo Caronte la verdad de las cosas:

“La vida es simplemente desplazarse,

es el puro cruzar de un lado al otro

cobrando suficiente por mandarte al averno”.

Ahora Caronte

nocturno se desplaza a un bisne regular:

Se trata de llevarse entre las patas

a un diablo miserable y luego convencer

a quien se deje que era el narco más grueso

del planeta.

Cualquier mortal es bueno;

unos cuantos putazos y una vez

en el piso y a punto de valer,

la prueba irrefutable.

Caronte está orgulloso, él fue

quien trazó el plan con la navaja de Occam.

Estaban él y otros chupando sin acción

cuando dijo en voz alta:

“Aquí nomás cerquita están estos chamacos

jugándose la cáscara,

apañamos a quien se ponga al brinco y mientras

lo paseamos le partimos su madre.

Después nos enfilamos a un congal que me sé

donde el trafique es sólo con perica balín

y decimos que a menos que se mochen

el muerto es suyo.

Nomás por no dejar

nos trepamos a dos para surtirlos

y que se queden quietos en medio de un baldío

los tres muy bien talqueados que dizque

por un pleito entre gallones.

Transcurrido un instante, lo que dure una chela

con su pase cortado como si en la telera,

les llegamos echando lamparazo y bien faramallosos

cogemos a los tres con lo que bien diríamos

la reata adentro por andar de camellos”.

Caronte convincente desciende de la nave

desparramando estilo con la fusca en la mano:

“Unos tres golpes de estos y me vuelvo famoso”

ha pensado Caronte antes de darse cuenta.

Sus ojos no dan crédito: los cuerpos

ahí tirados son de sus compañeros;

el tercero, el del muerto, lo está mirando fijo

con la misma mirada aprendida del padre,

la risita en los dientes, la vieja cicatriz

Los perros callejeros preparan el banquete.

El movimiento ahora

es lo que a un animal

le cabe en el hocico:

desplazarse a pedazos hacia ninguna parte,

desplazarse Caronte

desplazarse.


Razón de ser de la goma de borrar

Dios se equivoca,

pero sobre la marcha se corrige.

No obstante

Dios torna a equivocarse una vez más

y finalmente se harta.

Ahí es cuando Dios se tira al sueño.

Justo en ese momento

los antiguos errores cobran vida.

El despertar de Dios

es Dios y sus errores vivos.


la libertad del fomble

hace apenas un día tres arañas

colgaban desde el techo.

hoy agitan sus manos en la tierra.

aunque ellas no lo saben

envidio su visión del mundo,

envidio de la alfalfa la lengua

del ganado

y del balón de fut americano

la libertad del fomble.


las letras de la fé

La fé es algo que cimbra las montañas

para hacer carreteras con poco presupuesto

y es el aire canalla de algunos señoritos

los domingos,

la fé es el elefante de la perversidad

y es ese algo que aguarda detrás de la pijama

cuando somos adultos.

Hay seis tipos de fe

y seis explicaciones que prueban lo contrario.

Podemos tener fé

como quien tiene cosas y jaquecas,

podemos repartirla, pintarla de amarillo,

amarrarle un collar, descomponerla en letras.

la fe es una efe y una e,

algo que repetido va a la peluquería,

ladra, mueve la cola y orina en los rincones

de una mansión francesa.


de la historia y sus vueltas

Ha llegado hasta aquí la noticia o rumor

de que el Golfo de México se seca.

Con él todos los mares.

Algunos ven en ello la manera

de levantar el vuelo y hallar

la libertad en otras partes.

Otros,

los que sin saber nadar son ambiciosos,

buscan los tesoros del temario Drake

en mapas adquiridos con buena puntería

y gruesas cantidades que se triplicarán

en su momento.

los turistas se agolpan a beber

y los niños corren en la arena

ganada por el sol para sus juegos

y sus tropelías.

Se hacen planes ahora que Europa

está más accesible y se habla

de la carretera Florida-Yucatán.

Los investigadores reúnen viejos y nuevos

esqueletos de ballenas, manatíes y narvales,

y las amas de casa rellenan sus saleros.

Al mismo tiempo,

con lentitud prehistórica,

en un ojo de mar bajo las rocas,

un anfioso, primer protocordado,

terrestre padre de la humanidad

y acaso de lo humano,

aguarda a comenzar

por enésima vez.


bardo en una habitación del viejo parís

Bardo en una habitación del viejo París

Aquí está la imagen:

Pound y Hemingway

practican el boxeo semi-desnudos

en una habitación del viejo París.

Ezra

nada puede contra los embates

del más joven y cae

como un innoble bulto

en el sofá.

Ernesto lo urge para que se incorpore.


que has entrado con la llave maestra

con mohín de desdén lo miras todo

¡Cielo santo!

Si ahora lo contarás

nunca te lo creerían:

aquéllo sucedió en el 22.



no será menos cierto

(ornella mutti pasea por central park)

momentos hay

como éste

en los que corto es el poder

de la palabra

podría hablarte

de la muy rica historia

y sus distintas lluvias bañando a los amantes

en los oscuros quicios

de un berlín de entreguerras

podría hablarte

de la luz previsible

apenas delineando

sus cuerpos entre las sombras ávidas

las claras risotadas

con tantísima agua

y tanto tocamiento

tal voluptuosidad

en tiempos de hambre

podría tal vez contarte

de aquel traidor malévolo

que inventó en luxemburgo los paraguas

con el insano fin de enriquecerse

vendiendo ojos de vidrio a los paseantes

de las estufas frías en lisboa

y el viejo parque hundido mexicano

hablar

del labrador

que deja el surco abierto para que

las estrellas

concluida la tormenta

pasen a descansar

sobre el frescor del fango

en veracruz

de las bebidas tibias

y el cristal que refleja tu cuerpo

junto al fuego

en un próximo invierno en bacusínare

o los picos de europa

tal vez tú

te sonrieras

y mecánicamente

tantearas en tu bolso

en busca de un bolígrafo, un birome,

una pluma

o como alguien dispuso nombrarlo en italiano

tal vez pasara algo

que ahuyentara tu hastío

tal vez pasara

nada

podría ensayarlo


con gravísima voz

intentar convencerte de la inmortalidad

de un pedazo de hierro descrito por charles dickens

cerrando un ataúd con destino a las hébridas

lucir interesante

afilado

atrevido

y nombrar

tal imagen que hace

que la nostalgia por algo sin vivir

sea punto de reunión de nuestras experiencias

bosquejar en el aire

sin red que guarde mi alma de la brutal caída

el déficit de amor

de principios de siglo y a la fecha

llamar a tu cordura para solucionarlo

hace años

lo recuerdo

fuera de mí

en plena adolescencia

le mostré a una mujer

mis calcetines

cada pequeño dedo regordete

tenía su propio estuche del color

de los bosques de irlanda devastada

estar descalzo en una biblioteca

delante de su pasmo comedido

fue en ese instante

justo

vivimos

hasta que se murió

con sana intensidad nuestro papel

de amantes

luego

sobrevivimos al infierno

hoy

son otros los días y muy otras las formas

de los tiempos aquéllos me guardo

un par de fotos

algunas cicatrices

y ciertas reticencias aprendidas

tal vez

lo más exacto

sea insertar aquí menos sosiego

decirte en voz muy baja

como si la bronceada piel de un joven

habitante en corfú

desnudo frente al mar

inyectara de ardor a un cuarentón nativo

en otras latitudes

“irremediable,

ahora que soy viejo

añoro la lascivia

del estrangulador

que nunca pude ser”

y si un algo distinto

asomara en tus ojos

el rubor de tu cara

la animosa señal

agregaría en el acto

“un poco más allá

de los mordiscos

y de los moretones

en sitios de costumbre

apretarán mis manos

hasta encontrar el nombre

del placer entre tus labios

un círculo de fuego

un gesto de dolor

precediendo

al orgasmo

al adiós

la ceremonia última”

quizás

mi intervención fuera resorte

para que te marcharas

quizás no

acaso

dar contigo una tarde de octubre

donde la luz vacía se diluye en las hojas

y nuestros pasos se oyen como si fuera

el mar

tal vez pasara algo huidizo

memorable

que trastoque el milenio y con él

nuestras vidas

y si ahora te grito

y si ahora te vuelves

“hola

me llamo ornella”

“hola

yo pienso en ti”…


Bardo: Soneto dos

"Carcajada de luz dura y silente"

imagen rescatada por las musas

escribe Bardo con la pluma fuente

derelicto en un mar de ideas confusas

maestro de taller harto eficiente

antes de criticar presenta excusas

para luego implacable e inclemente

guillotinar metáforas abstrusas

termina la sesión y satisfecho

el verdugo de la hoja bien pulida

se retira orgulloso hinchado el pecho

rota la vocación Bardo la vida

desde un nuto fatal que cae del techo

con parsimonia cruel mece suicida


Del velorio de bardo

Han reunido su llanto los parientes

los amigos poetas

los colegas

los críticos

le han puesto una estampilla

y lo han echado a un sobre sin cerrar

para ahorrarse con ello

el porte de primera

por cosas del destino

que siempre da en el blanco

a pesar del correo y de su historia

su fama bien ganada

el paquete ha llegado justo a tiempo

hasta la caja abierta

de pino cepillado

el llanto luego entonces se ha esparcido

empapando la alfombra

apagando los cirios

inundando la sala

y arrancando al cadáver

el rubor

pocos sobrevivimos

a aquel caudal

de la tristeza ajena

el último conteo

quizás exagerado

habla de

seis borrachas

contratadas por su habilidad jerimiqueante

un hábil nadador campeón olímpico

metido a chofer de agencia funeraria

un testigo sin nombre que corrió

una tía abuela triste que equivocado

había el domicilio

y con ello el difunto

cuatro putas cada una

reclamando ser

la otra

y el que esto escribe

llevado por quién sabe qué afán de dar noticia:

al muerto

se lo cargó el olvido en la avenida


aunque sea en lunes

Lento

por cosas del azar y su mal cálculo

ha llegado el domingo igual

a la tortuga que exaspera a la liebre.

En este día

se piensa que el mundo es fatigoso

y sus explicaciones son poco convincentes:

Fe...Familia...Futbol...regaños públicos

caras largas y planas como listas de espera.

El ritmo de las horas

lentas ya de por sí con cierta edad

se reduce, se espesa, se abochorna

hasta ser un marasmo, un derretirse

que el sol transforma en nada:

una nada pesada,

una mancha tenaz,

un ente microscópico y monstruoso.

Con este acontecer tan desastrado

hasta el silbar se pierde:

es hora de morir

o esperar que amanezca

aunque sea en lunes


Altman

(para ángel miquel)

Pagué.

Me diste el vuelto.

Acaso gracias dije señorita

(mi mano en el bolsillo, billetes y monedas)

No escuché

si el deseo vestía la desnudez

de tus palabras: ¿es que no va a contarlo?

No descifré en tus ojos

los signos del amor

pero vi mi calzado sin bolear.

Me dirigí a la puerta

con los zapatos sucios y el alma distraída:

quería ver la película

porque Altman hace cine para mí.

A media proyección estaba incómodo:

la butaca era una fofa nube

de gente haciendo ¡shhhh!

y el cácaro barbado no cesaba sus gritos:

"¡La que has dejado ir!"

"¡Estúpido mil veces!"

"¡La que has dejado ir!"

Con un golpe de luz

recuperé mis pasos:

Quisiera otro boleto ¿Se podrá?

   
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