MIEDO Y MIEDO

No me atrevo a mover mis brazos
por miedo y miedo;
para que no se desprendan de mí
las últimas células que me dejó
su cuerpo.

Untarme agua clara mucho menos
perdería el sudor
que se hizo entre dos.

No es poesía rosa
hablo de cucarachas
donde las veo me siento
en casa.

No es poesía bonita ni de lamentos,
sólo escribo:
extraño su cuerpo pegado al mío,
sus manos pequeñas
que no sabían tocar.

Sólo grito:
en los días mi cama está vacía,
con sólo mi cuerpo
con sólo sábanas
que ocultan las sombras
levantan incógnitas y
hunden deseos.

Mis poemas no cambian de nombre
por hombres nuevos.

Miedo y miedo
de que mis células sean
sólo mías y de no encontrar
un final para este poema.

GATOS NIÑOS

Otra vez los gatos se han convertido
en niños llorando.
¿los escuchas? Están llorando.
Es esta noche la que cuenta porque
No le extraño, explica:
Al perderte lo olvidas,
Te encuentro y lo miras mi niña.
Más fácil decirlo con manos,
Con labios ¿lo sabes?
La quietud o locura que trazan mis días,
Es por tu acoso gran vigila.
Hoy noche en que los gatos nuevamente
Son niños pidiendo alivio, refugio o pan.
Hoy que me han mostrado el vacío:
Acércate o aléjate,
Pues en un par de horas amanece.

SOY UN TECHO AGRIETADO
Y húmedo con un solo foco fundido;
Colgando de mi pecho.

Sin consultar al calendario
Pasan mis días
Los días
De los que no miran hacia arriba.

Y quiero abrazar esta casa
como las paredes.

Soy un techo naranja,
Verde aguado.

Con puños silbantes
y dientes de sábanas.

Soy blanco en verano
Por la luz
Por el cielo.

LEVANTARME CON TU NOMBRE
Tras la noche
Tras el día.
Con porcelana entre los poros,
En las grietas
En los surcos de mi cara.

He querido levantarme
Sin tu nombre, solo un día,
Sin la ausencia.

Pero es como una cuenta de días y mañanas
De querellas.
Es como una cuenta que no termina
Que comienza día a día.

Que renombra las letras,
Las tararea,
Una a una,
Verde y rojo
Punto a punto

... tu nombre levantado miradas.

¿Qué el mejor sitio tuyo está en mi centro?
¿Qué tu boca y la mía?
¿Qué última vez besé tu pecho?
¿Qué amor? Nada.
¿En que pienso? Insomnio, veladas.
¿Qué sueños recuerdo?
Recuerda: tu miedo, mis piernas, tus manos,
Mis pechos, el cuerpo.
Aliento, silencio, espacio...
¿despacio?
Tus vellos. El vientre.
¿Qué vientre? ¿El tuyo o el mío?
¿Qué sitio? ¿Qué sitio?

NO ME DIERON LA OPORTUNIDAD
de buscar la palabra con
la que quería que me llamaran;
uno se sorprende de que tanta gente
nos llame: Pedro, María, Pancracio.
Que tantos sepan decirnos:
Juan, Consuelo, Refugio.
De que nuestro nombre sea tan bello
pero que otros también lo llevan
puesto, en la credencial, en piel tatuada,
pegado en su pie izquierdo:
Luis, Camila, Teresa.
Mi nombre es "Gorriónnochedesvelo"
Ayer me llamaba "U".
Mañana al amanecer seré "Pasodeltiempo"
Esta noche: "Tetengodentro".
Quiero se mi nombre, no quiero serlo,
de anciana sería: "Arenahuellada",
pero por el momento nómbrame:
"¿Dóndemeencuentro?"

Marlene Aguilera
(Guadalajara, Jalisco 1983)

Actualmente cursa la licenciatura en Letras Hispanicas en la Universidad de Guadalajara.
En 1999 resulto ganadora de FILjoven en el certamen de cuento. Ha participado en los miercoles literarios que organiza la Secretaria de Cultura.

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