(afirmación)

No quisiera extender mi báscula por los abismos
de tu tamaño, ser de astas frías en tu frío, no quisiera
la querencia, tener la caminata y definir la niebla.
No es esto un templo que nació vencido en la niñez
del verbo.No es la luz la verdad en la calmosa anchura
de la noche, no es aquí el caer, no es allá la lluvia,
no hay enfermedad en este crisol de soportes guardados
en garganta.

No vengo a oprimir la melodía en la muela del músico,
tu mirada extiende su silueta y nos parecemos,
nos ofrendamos, nos cogemos del cigoto que crece
al pie del cuento.

Los filos de primavera y la navaja de níveas palmeras,
a finales de invierno. Año clavado en nomenclaturas,
de añicos extraídos, ese diseño de corceles a cuestas,
me ha sucedido acaso en un sueño.

No me desdigo para sólo decir. Ni quisiera ir de domingo
al ras del dolor, capturada en el domo. No es esta la nuez.

Tus flamas de barcaza revuelta se han convertido
en símiles.Tus señales de ocurrencia, de contexto,
de disposición clausurada, tu canica en la cazuela
del placer, tu participación en el círculo
me ha conectado.

(decantar)

Me gusta ver tu línea de manos, liberar el lago.
Me gusta tu conexión tardía en la ruta de estrepitosas
romerías.Tu asombro es bosque de cazas, de rupturas
en recinto más allá del acceso. Mi acceder sólo a tu rodilla,
dinamita o datil, en la despensa de la buena señal.

(Hablo de ver de bulto y en mi boa de verano,
basta la visión.)

Si la llamarada se ha perdido, si la insistencia ha caminado,
si la viruela te ha introducido la comezón de la noche,
habrá que pedir salud al péndulo que domina la voz.

Tú y la voz de batalla
La planicie y los escuderos de la voz
Porque mi barca te cerca.
Mi basura te busca.
Mi comezón termina su tatuaje a cierta edad.

Voy a poner la planta en la pena de perder el peral
Y nunca sabrás cuánto me gustan las líneas de tu lago
en la mano ilusoria. Cómo me gusta la creación
de tu conectar a gajos de cal.

Deseo doblar, deseo durar en lo tuyo que reparte
y sostiene esta vagancia. Por eso voy de boca,
voy al lago, vengo a caer en ti.

(ánimas)

Ando en el contexto de tu esquina,
ando en almas claras de cursivas incautas.
Ardo sobre la andadera de tu mano y en arpegios
desolados al abrigo del golfo me digo en semilla,
digo en máquinas, me detengo en deleite de musa
voy a nado en médanos al navegar en vistas blancas
devoradas de negro en el trabajo de pensar.

Y si el contexto ampara el andén de tu cara y si la textura
se aviene a la ventura de tu halo, la andanza que destina
su alubia será tuya, la andanza sabrá comparecer y la idea
que por tu mano alivia el cazo, suscitará el amor.

(disecciones del puente)

Doy la vuelta, para no dejar ir tu voz al vacío
de los volúmenes olvidados. Abro la bruma, te interno
en la bruma, te doy con la bruma en la lengua
para que tu cabeza cante.

Expongo viejas grosellas de tumulto,
que puedo escuchar bajo el manto frutal del rojo
y sobre el mundo hiperparlante abro la rampa de mi oreja
hipnotizada por las montañas de tu pupila verbal.

Dejarte decir de largo tu aglutinamiento
y poner un ojo que acecha en tus desparramadas
películas. Tu película me deja fría, tu película hierve
en mi ansiedad de oído atento. (Los espacios mudos
son también los gritos gráficos que nos acompañan.)

Cada músculo del vendaval se nutre de mi espera
de párpado extasiado.Cada letra de tu agarrar es voz
subiendo su escalera predilecta.Cada cicatriz de ti
en mi orificio auditivo es una flor de suspenso.

Te escucho porque albergo mil pedazos
que palpan un cerebro interior.Cerebro de hielo
que se funde bajo un cristal conjugado.
Es inútil cerrar el receptor.

Mi receptor es vida que mueve su retícula
para alcanzar su parte de ingreso. Dejar que ingrese
el rojo labor de tu tránsito y abrazada a la paráfrasis vital,
sentirte acceder.

*

¿cuál es el rostro que roza mi rueda?
¿cuál es la rima que rodea la razón, quién roba?
¿a quién robarle el remo?
¿con cuál amor rascas inútil en riscos de rapiña?
¿con quién restas, cuál reino y qué ritual?
¿cuál es el respiro que rasga el ropero al retrasar
la reuma? ¿ríes?
¿rieles en tu risa de ramillete erizado?
¿el ramaje lo recuerda? ¿como el recital?
¿si tu rostro dejara el rastro, si tu erupción
argumentara el rotavirus, si el rimmel rajara?
¿en qué rincón, con qué resorte?

*

¿cuál es el rostro ambientado en la duda?
¿cuál es la dirección? ¿cuál deseo, en qué doblez invertir?
¿si el rostro se durmiera en la docencia del dominio,
cuál sería el rodapié dorado?
¿qué decir, cuánto durar, en qué danza?
¿cuál disfunción, me hubiera dado qué? ¿en qué diente?
¿dónde es la duna y dónde el disco?
¿la dosis del yo?
¿una deuda, una dalia?

*

¿quién tercia en el triángulo? ¿quién tantea?
¿cuándo tocar la textura y dejar la lengua en trance?
¿es trueno de lámparas impasibles bajo el amparo
de trémula que te ciñe?¿es un vuelco en la tapia
del temor? ¿pero el placer es tuyo?
¿quién integra el tapiz? ¿quién tiembla en la torre?
¿la tempestad se anida y tiembla, a quién tocar
en el tendón incompleto?
¿largo y luminoso tendón de lima tendida?
¿quién eres tú?¿cuál tensor? ¿cuál tripa de química?

*

¿sabes del sudor, eres la silla en la sien, la sanidad velada
y sangras, te saluda el ojo y te incendia?
¿sabes del sueño sumergido en el sobre?
¿tu soledad? ¿tu sal? ¿selva de sales secretas?
¿y luego del salto, luego en lo fijo del sol? ¿te suplo?
¿te sostengo en la ese? ¿te siento en sonidos? ¿eres el sopor?
¿sacas la silueta en la calle del soplo sólido?
¿sabes y sigues? ¿sostienes como circo, la sustancia en la lumbre?
¿te sustraigo al salir? ¿silenciosamente escuchas? ¿la pura sensación?

*

¿vienes a la voz? ¿viajas por venir al berro?
¿vuelves, a bocanadas de avestruz? ¿este velamen es tuyo?
¿vas a volcar el Vesubio como vena vieja
o vienes a vernos? ¿vigente?
¿bicelado en volumen imberbe? ¿es esto el vino?
¿veloz centella? ¿veloz camelia? ¿velocípedos de ti?
¿vienes a verme en la verdura verdadera,
como si mi alimento volara?
¿ves el viaje venir al curul y contemplas la veladura?
¿y si el verdor versificara? ¿eres vaho?
¿vaho de valientes vibraciones?

*

¿te acercas a mirar el monte de mugre?
¿te acercas a la mugre sin dimensión, te doblas en mural?
¿te vas hundiendo? ¿vas domesticando decibeles
de madera? ¿de dulce?¿ardes en la tela?
¿antepones la dolencia, te vas como vienes sin llegar?
¿te dosifican? ¿eres mínima dosis? ¿te dan el dedo?
¿cuál es el dedo para darte el panal?
¿te detienes a mirar el monte?
¿te vas manchando de moscas en la muralla que masca?
¿la madriguera de indecisiones está dentro de ti?

*

¿cómo pensar en tu destino?
¿ pasar por el péndulo de la patraña en la punta?
¿apuntar, tú y yo? ¿pasar de largo en piedras?
¿pavimentos en tu pelo de improbables?
¿poner paja? ¿tu paladeo? ¿tu para atrás?
¿tu pezón de pus?
¿cuánta pirueta persiste en tu pastilla?
¿cuánto has pedido en el plato?
¿la pausa ocupa la pena?
¿la pena opaca?

*

¿abierta, te alzas?
¿aérea, como aro de ave te alzas en árboles de asombro?
¿te ampara el adverbio? ¿ te abraza el páramo del artículo?
¿te aleja el hiperactivo verbal del hecho?
¿no tienes hechura?¿no hay hinchazón en el aura?
¿es alma y músculo y molécula?
¿el núcleo en la erosión del arco?
¿se aleja, te afrenta, te alaba el ardor?
¿te alzas en el ártico del amor, como arcángel domado?
¿te drogas? ¿ te doblega el delirio del descuido,
te duplicas,en la disolución del ámbar?
¿del ámbar hambriento?

(fin)

Ya no quiero tu cordón,
ahora la costura de contacto va consciente y sola.

Hay entre las palabras una llanura de silla, que no cabe.
Hay entre tus pestañas un marcapasos entristecido,
como de yegua sin llano.

Tu cuerda me ha definido favorablemente porque fija
el camisón,pero tu guiño engarzado a la góndola, golpea.

Hay entre tus manos una manzana de mímica oprimida
como un largo viaje de cejas al vaivén verde
y maniatado del vocablo.

Ya no quiero tu cuerda, quiero el canasto colaborador
para decir en el colegio del pasado, la calle entera.

Hay algunos números inmisericordes entre cabezas
nerviosas y cierta sensación de llamarada
de ayeres en llanto.

Quiero un cofre sin carencia en la ciudad de tu sangre.

(final)

Ya no te abro de pinceles ligeros,
ahora clavo el pino más alto en tu invernadero.
Ya no te quiero en el quiste de cartón, entre conjuntos
irisados por montañas.

Ahora cunde mi cuaderno, corto el papel en pliegues
de cordura de caballo cansado.Se cansa el callejón
y se inquieta en el pilar de tu vacío.

Ya no te abro en brazos, ahora bordo con la barba
de vencer la suavidad del ganso y es un gobierno de cisnes
que observan mi boca.

Ahora te nado, ahora te anudo,
ahora es sólo un decir de viento que vibra en el volcán.
Porque ya no te planteo la posición de la semilla,
ya no te modifico en la tina de saberte teñido, y no es
abrirme a las palabras sino cerrar el cúmulo en calma.

Ahora que te interno en el pasto,
esta calma de cuaderno se compromete a cavar.

   
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