La luz no envejece

Eterna, entre colores y ondas

Sin precipitar mis ácidos en tiranía

Repegadito

Al acecho del deleite

He sentido el hidrógeno explotar

He sentido la agonía de supernova

He sentido el orgasmo de Cleopatra

el trovar del trilobite, la derrota de la mente

las campanas, el deseo, el viento de la guerra

pero nunca he visto algo

todo se mueve en torno a mí

soy inmóvil

espero a los planetas que se lancen a las pistas

me pienso a mí misma

soy joven

y poema


*

Déjame entrar, ser tú, no me basta el abrazo externo de nuestros cuerpos, deseo escuchar con tu oído, husmear con tus líneas nerviosas, quiero tenderme entre tu viscosidad, conecta mis venas a las tuyas, que fluya la misma linfa en nosotros de tu corazón al mío impulsando plaquetas enamoradas y glóbulos eróticos, bajar hacia tu pelvis osificada, tocar allí una rapsodia, morder la médula musical, vibrar juntos, compartir la neurotransmisión, hacer interferencia con tu éxtasis, pegar nuestros cerebros como plastas voluptuosas, ojo bajo el ojo, cuatriplicando las retinas, quiero absorber tu estómago, nadar entre el ácido de tu intestino, sofocarme encerrado allí, entre miasmas pútridos y ser parte del catabolismo, meterme entre costillas, embadurnarme con tu sangre, masturbarme mojado en tus vesículas, que lo devorado por ti pase a mi garganta y luego a tu torrente, respirar la misma agua, fusióname, amor, fusiónate, déjame entrar, ser tú, volverme tú, enlazar nuestros ribosomas, compartir tejidos, eternamente nuestras gónadas pegadas, bucear en tus óvulos sabrosos, robarlos, deleitarme con la marea electrificada de tu espina, masajear tu celoma, dormir en la caverna de tu boca, con tu lengua dura como lecho, aferrado a tus colmillos, secretar poemas que se introduzcan a empujones por tu cráneo, explorar tu hígado, revisar el manto que arropa tu vejiga, embriagarme en la taberna de tu páncreas, vender los secretos musculares, convertirme en un parásito dulcísimo, en otro órgano, en otro corazón, en otra mente, dilúyeme, incorpórame a tu cuerpo, quiero besar el camino de tu laringe, conocer las explosiones y limar tumores, cobíjame, quiero pernoctar en una casa palpitante, fusiónate, amor, fusióname.


*

Zoología del Poeta

Qué el poeta es animal no lo niega su genoma

Que es genoma enamorado más que polvo

Y es dinamo proteínico y alquímico

Sus intrones han codificado sueños

Pero no es inmune al virus de unos ojos femeninos

Su memoria está en la sangre de los evos

Del erizo heredó su coraza contra espumas

Pero le hiere cada gota entre sus túneles acuosos

Es trilobite encaramado en los volcanes

Y anquilosaurio que perdió sus esmeraldas

En el cretácico le cantó a los meteoritos

Y ha comido más rencor condimentado con nostalgia

Busca sus huevos extraviados y empuja con quelíceros de fuego

Una pelota de excrementos amaestrados

Aún recuerda el sol en su exoesqueleto negro

Y entre sus branquias filtra el mundo para degustar la libertad

Cuando se vuelve escualo cree que todo el mar es de sus lágrimas

Cuando se vuelve iguana sabe echar clavados a la noche

Ciego y torpe, su sonar le contradice

Murciélago infinito o delfín que rasga el himen

Carcharocles tímido ante la mirada de las orcas

Ácaro dispuesto al paraíso entre las piernas

A veces canta como los nematodos en cloaca

Después de saberse hediondos fuera del nítido intestino

A veces calla como las nauyacas sobrias

Congeladas al saberse jugo, carne y maravilla

Sabe de tristezas cefalópodas y atisba feromonas enclaustradas

A veces muda, a veces masca y en ocasiones siempre es larva

Le pica la perla entre sus valvas y mosquea

Como efímera vive unas horas

Como tortuga desespera los minutos

Como poeta es ciervo, búfalo y proteo

Funde sus alas, y tiembla cuando brilla el nematocisto

Ruge, en la siringe evoluciona llantos

Y se burla del trasero rosa, de tenazas cortas y de coágulos serenos

Hiberna bajo cohetes

Y despierta en los desiertos que lastiman astros

Vomita miel de pronto y esclaviza hongos con fruición y frío

Desova limpiamente en madrigueras sordas

Y se enrosca saboreando el infinito

A veces lo cazan con triviales balas,

Intentan sojuzgarle con lancetas frígidas

Las redes de ignorancia y fastidio le trasponen

Y en zoológicos pequeños le detectan

Con becas intentan amaestrarle

Con besos falsos de musas decadentes

Cortan sus alas y su lengua como afrodisíaco venden

Fenotípicamente

Se parece a un simio idiota

(cómo los que plagan a la tierra)

Pero acércate y verás entre costillas

Un estruendo poderoso y pánico

Una llama dulce y álgida que aún palpita

Porque recuerda ser cósmico zooplancton

Y ve más allá, con sus diez mil ojos de libélula

Con sus córneas de ráfaga guanina

Y su conciencia se despierta

Esa es su maldición y su grandeza

Ser un animal

Sagrado y lúcido


*

Una flor irrigada de mujer se ha cruzado en mi vida de una forma que el único remedio ahora es fingir un relámpago en el mar o de plano asirme a un desesperado, hipócrita razonamiento lógico que intentará desgastar toda ilusión.

Sus ojos como platos de oro han firmado mi memoria

Y ahí voy otra vez, con la necia impronta de enamorarme siempre, siempre

Y siempre llego tarde con la tormenta sutil del tiempo ajeno

Ni una palabra a ella, me dicta el sentimiento, protección

Protégela de tu veneno, de tu maldición, de tus palabras

Y camino a ver si puedo traducir un trino del gorrión cansado

Mientras una miel espesa y muy profunda perturba mi sentido del olfato.


*

TRES ROSTROS DE LA DIOSA

I

Naturaleza

Te amo con terror y a gritos

Mudos, pides mis moléculas, me ganas.

Sacerdote tuyo,

adorador famélico, me embriago de misterio

y no te aprehendo

Diosa de ondas que llueven desde abajo y

Gotean peces a tu espejo cielo

Te me escapas lúbrica y serena

Pues tu esencia está más allá de los fotones gas

No, el color es más que espectro de partículas

La materia es más que sólo órbitas eléctricas.

La vida no es sólo química y azúcar

plasma, hormona o verde pátina

Hay más, debe de haber más

Un fantasma inalcanzable detrás del cromosoma

Un hada vermiforme que activa enlaces covalentes

Las palabras son inútiles....volátiles

No es un espíritu, azar, dios o caos

Debe haber más

Un perfume inmaterial como la huella de mujer ardiente

en el viento

¡Ah! La ciencia es vana El arte falso

Busco sin saber donde buscar

Encuentro y falta, encuentro y no le alcanzo

Naturaleza

¿Eres espejismo de mi alma

o un cataclismo rudo y muerto?

Gritos,

Gritos,

Grito en el intento

De apagar estrellas con aullidos


Desesperado y loco

pues existes sin saber que te amo

siendo inteligencia indiferente y sorda

¡Ante el polvo que sangra

y que me nombra!


II


Mira Iaci, diosa de la luna amazónica, como vengo a besar tus senos de tierra fresca

Vengo a posar mi mano en tu virginal entrega de Coccoloba, que forma un corazón verde

y me anima a llorar pasión en estos rayones de agua, infúndeme valor para seguir con esta vida

ampárame en los troncos del Sama-uma ;

que existiré en tu contemplación magna, adorando cada molécula de clorofila, cada artejo de oro

conviérteme en la Morpho de metal azul que se lleva el alma de los niños

soy un niño y mi juego es serio, tan serio que lo traigo entero, entre la aorta

Arinha es la nutria y su ladrido arayakaná naidé

Ella me enseñó que el arayakaná naidé es la Poesía misma

y desde ahora ladro y ladro ponderando tu grandeza, tu divinidad conformadora de caos

lumbre celular desde el Sapota de 40 metros con sus hojas lobuladas y lojordas

cayendo en racimo

elevando mi espíritu

amándote con amor purificado de larvas candirú que se meten en la uretra

Mira, Diosa, siente mis sentidos inflamados

los gritos y la marabunta, los palacios de termitas y la verdad en los ojos de la iguana.

Siempre clamaré tus brazos fluidos, predicaré el evangelio de la libertad selvática

Porque eres música de alas, música de aires, música de reptilianos goces

lluevan arañas por siglos, nieve octópoda desde el plumaje azul del papagayo.

Iaci, desde tu luar te evoco y me despierto.

III

En Peñascos puntiagudos

Te rompes Mar

Paisaje, ébano nocturno monolítico

Te rompes Mar

Océano de Furia y trampa, Fuego Azul

Supernova líquida, cada ola es cosmos indomable

Bebo tu fuerza con ojos fascinados por la sal que aúlla

Te levantas titánico y en bíceps náuticos golpeas la isla

La inundas, desprendes tus espumas que forman una crema

lánguida y sonora

el viento te desprende en copos

la mañana sorprende al arcoiris justo donde la roca duele

la azotas

la bañas de pánico

flagelas cristales con látigos ícticos

no satisfechas, tus olas cargan contra ellas mismas

y a contraviento se abordan como corsarios de blancas arterias

Aquí no cabe lo pequeño

Esto es un martillo de Gigantes

Aplastando un yunque impenetrable

Energía de Evos contenida

El pavor en el Espasmo aquel

Cuando el albo puño de Sol, Agua, Viento y Roca se desgrana

en mil átomos violencia

hacia cielos mudos

Sinfonía horrísona y eterna.


*

Nos han enseñado que el arco iris es cuestión de inmadurez

Nos han enseñado que matar es el verbo más glorioso

Nos han enseñado que las armas son sagradas, venerables

Nos han enseñado que ‘infantil’ es ser iluso, tonto.

Nos han enseñado a creer en el poder y no en el agua

Convoco a la música

al canto de las células

para que los ojos sirvan

se olviden de una educación a base de terrores

Si recordásemos el beso

La grave oleada de una voz en las estrellas

La clara noche

De nuevo a los juguetes y a la fruta

Convoco a los oídos y la piel

Al espasmo de las diosas en el lecho

Al licuado con azúcar y un amanecer

No son palabras, son representaciones de la magia

De un placer inmaculado que subyace en la materia y da espíritu contralto

Caminar por la arena

Zambullirse entre una ola y otra

Convoco al amor

Sé que difícil leer poemas cuando se busca un pan en la basura

Cuando el cadáver fresco, humea en nuestras narices

Cuando las balas valen y los soldados se reclutan

Pero es la cobardía la que nos mata

La cobardía del camino por la sangre

Del odio facilísimo

El alimento está en la tierra

En bañarse un poquito en el olvido

Cerrar heridas es cuestión de atrincherarnos en un color

y negar siempre, siempre

esa educación nefasta que nos dieron

Convoco a matar nuestros adultos

Y emerger como niños, nuevamente.

Convoco al arco iris.


*

Evangelio del Amazonas

Manaus 2003

¡Ah! Si entendieran sus cantos de colores

traduciría la clorofila al castellano

los trinos más hermosos de la jungla

el poder de las ramas sobre el río.

Entenderían sus pasiones, las guerras heroicas selectivas

el candor suspendido en la bromelia

todo honor de hormigas épicas tronando su poder contra termitas

Dime, Selva, las campanas silentes que tu atardecer provoca

Lléname de Verbos

porque el vuelo del Gavión tiene algo escrito

criptogramas en el humus

Si pudiera traducir la epifanía

cada flujo, cada roca poseída por el agua

los susurros ventisqueros del calor

la canción fermentada

el charco


la esmeralda de la tierra

Dime, Selva, para que le diga al hombre

porque el hombre aniquiló a los Hombres que sabían

Hazme regresar a la mentira del plástico

las bestias digitales encerradas en lámina y acero

para hablarles de las lianas

fulgor opiáceo en la pupila del caimán

para hablarles del rugido de los gatos de oro

y la única pasión serena en la fructuosa

Inunda, Amazonas, las ciudades,

lava la soberbia de los pueblos

tira rascacielos, hunde tanques; cazabombarderos

convierte a la Tierra en Selva

edifica árbol sobre árbol y hormigueros

para que felices naden los murciélagos

déjame aprender tus letras de genoma y proteína

Selva, enséñame, háblame, tómame

y te predicaré humilde entre los dioses de pelo y pétalo y poema

y te nombraré orgulloso entre canallas de tela, celulares y automóviles


*
Se subasta la cabeza de un poeta

en la sala abarrotada.

Pocos pujan. Otros ríen.

Mejor invertir en lo siguiente:

Una prostituta encadenada.

¿Quién desea la testa sumergida

en formol al 10%?

Un cerebro retrasado

que hizo infeliz a un hombre oscuro.

Lo desquició con cantos, risa vana

y tanto asombro como polvos de hada.

Un loco recogió aves muertas

Y en su pecho las guardaba…les lloraba.

Voló en ahogos,

no alcanzó el cielo en sus aullidos.

Además le afea el hoyo de una bala

y su rostro es triste como feto herido.

Nadie quiso la cabeza del poeta.

Terminó en el bote, junto al libro deshojado

y una mariposa seca.


*

Amanece

no por la gravitación

(Eso es secundario)

Sino por tu voz

Que despierta mi alborada.

   
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