Las minas malas 
							
						 
								Rolando Revagliatti 
								 
					 
					
						  
						
						Los papás queman 
								 
							 
					 
					
						(a Pablo Valer, Nora Lozano y 
							Germán González Arquati) 
								 
							 
					 
					
						Ex Pablito afirma que los papás queman  
							    [después de cenar 
							 
						ex Norita no tiene dudas sobre que los papás  
							    [queman cuando se van a ver a un enfermo 
							ex Germancito con rudeza increpa a todos los 
							    [papás que queman 
							ex Clarita asevera que los papás queman poco 
							    [antes del mediodía del domingo 
							ex Olafito, ex Beatricita y ex Cecilita con  
							    [fascies compungidas arguyen que los  
							    [papás queman en almíbar 
							ex Virginita atesora la certidumbre de que los 
							    [papás queman porque amanecen más 
							    [temprano 
							y ex Rolandito declama que los papás queman 
							    [de viaje o muertos, antes o después de 
							    [haber nacido 
								 
							A ex Isakito se le pliega el alma porque sus 
							    [papás queman desde sus hermanos 
							ex Alicita no quiere creerle a sus pechos  
							    [enardecidos cuando los mustios papás le 
							    [queman 
							ex Hilarito 
							hila finito 
							que los papás queman cuando muelen a golpes 
							o se deshacen a cariñitos 
							ex Andreíta funeraria y ex Joselito se dan  
							    [con sangre de horchata cuando los papás 
							    [queman por contigüidad 
							y ex Gabrielita se aprieta las puntas de los 
							    [dedos con la ventana a través de la cual 
							    [los papás no cesan de quemar 
								 
							Ex Palomita se arrellana en la contemplación  
							   [de los papás que queman al horno 
							ex Miguelito, piromaníaco, aduce que queman 
							    [y queman los papás que queman los papás 
							ex Silvita añade que los papás queman con  
							    [mesura, con concupiscencia, con delicadeza,     
							    [con suspenso, con salvajismo 
							mientras ex Leopoldito recalca, sobreimprimiéndose, 
							     [que los papás queman abnegados, grandilocuentes, 
							    [ahítos, formales, posesos, desmadrados, 
							    [despadrados, cachonderos, lóbregos 
							ex Estelita sufre porque los papás queman en 
							    [prosa o con ademanes, descalzos y aun en 
							    [chinelas 
							ex Rodolfito sonríe con afectación porque los 
							    [papás queman con tan extremada  
							    [independencia de la temperatura 
							así siguiendo, ex Lilianita y ex Danielito no  
							    [accionan con prontitud en pos de salvar el 
							    [honor de los papás que queman cuando  
							    [maman o papan 
							y ex Mirtita...: sólo ella se petrifica  
							    [admitiendo el pudibundoso grado de  
							    [inflamabilidad hijística. 
							 
						
						Para mí 
								 
							 
					 
					
					
						Entré con dientes pero no con todo 
							me quedé afuera un poco 
							Yo nunca fui a la escuela 
							yo 
							    realmente 
							nunca vendí diarios 
							Cuando yo medio no existía 
							yo era demasiado yo 
							para mí solo. 
							 
						 
							Regreso 
								 
								 
							Me agarro a mi mamá 
							                                   papá 
							que no te lo puedo decir 
							voy a irme deseado 
							yo también. 
								 
								 
							 
							 
						La abuelita 
								 
								 
							 
						En la órbita de tus madejas 
							fuiste muy abuelita 
							                               todo lo que pudiste 
							llegué a apostar que me querías 
							y qué historia 
							                      hermosa 
							                                    cómo me cuidabas. 
							 
						
						Bogotá treinta y tres treinta y dos 
								 
							 
					 
					
					
						Las gitanas 
								el caballo del sifonero 
								el carro del sifonero y el pescante del carro 
								[del sifonero 
								el perro gris o blanco, vecino 
								el potrero al lado de las vías 
								-la mancha, el picado, las kermeses- 
								el túnel de la estación 
								las hojas en las calles, el tranvía 
								Elsa y Osvaldo en el zaguán 
								como era de esperar, la calesita 
								y el colegio 
								 
								Bogotá treinta y tres treinta y dos 
								los pibes de la otra cuadra 
								ninguna maestra memorable 
								tres películas argentinas por ochenta centavos 
								el ruido de los aviones 
								la comisaría 50 
								“mirá para los dos lados” 
								el promontorio, digamos la subidita 
								esa casa de césped en la plaza 
								al Parque Avellaneda con mi papá 
								los domingos 
								al trencito y al sol. 
								 
							 
						 
							 
						Quiero escribir 
								 
								 
							 
						Papá 
							        quiero escribir 
							un libro lúbrico 
							                         obtuso 
							                                    alucinado 
							un libro que falte no escribir 
							el más atroz 
							más mal no escrito 
							ni siquiera 
							                 un poquito. 
							 
						
						Infanto-juvenil 
								 
								 
							 
						¡Cómo te perdías en Harrod’s! 
							Te dejaban sin manos y sin mapas 
							las estanterías tenían 
							ropa difusa y difundida 
							toallas (supongo) sábanas 
							todos eran mayores y apurados 
								 
							Después 
							que los perros chumbaran nomás 
							cerraste la celosía 
							con alevosía 
							adoleciste como un pescado. 
							 
						 
							Del inventario 
								 
								 
							Los platos de la niñez, es decir: aquellas  
							    [comiditas 
							los pebetes con queso fundido Tigre y dulce 
							    [de batata 
							las cabinas de los camiones, las metáforas 
							el dinero / la mosca / la biyuya / el parné 
							la crispación, los bicharracos 
							los contrincantes escolares 
							el orden, la estadística (este mismo inventario) 
							las blenorragias 
							la policía, los países limítrofes, los ban-lon 
							lo que flota y lo que se hunde 
							las calas, las ojeras de Jeanne Moreau 
							los cielorrasos, los volúmenes de obstetricia 
							la asociación libre, la espinaca, el fútbol de 
							    [potrero 
							los chantapufis, la cerbatana, el tránsito a la 
							    [inmortalidad 
							el rumano Nastase, las colecciones del Rayo 
							    [Rojo y La Gran Historieta 
							el tranvía 99, los desfiles patrios 
							el emperifollamiento, los truenos, lo veloz 
							la calentura, el juguito de la carne de vaca 
							la escoba de quince, el zoo, la maestra  
							    [particular 
							las llegadas tarde, las partidas temprano 
							la genialidad, la oratoria 
							las gorditas 
							la regla de tres simple, los lugares comunes, 
							    [los revólveres de cebita 
							el teatro, el internacionalismo, las milongas 
							    [sureras 
							las muecas en el espejo del botiquín 
							los colirios, la policirugía 
							Ramón, Nereo y Obdulio 
							El Alma Que Canta, los conciertos a viva voz 
							    [en el patio grande 
							Racing Club Anexo, San Lorenzo de Almagro 
							los laxantes, la jerga de presidio 
							la consonancia, la asonancia, la disonancia 
								 
							la caducidad. 
							 
						  
							 
						A Susana Paladino 
								 
								 
							 
						¿Y tu garganta? 
								 
							Solidaridad con la miel 
							paciencia con la nube 
							o nada de eso 
							o no 
							o todo lo contrario. 
							 
						
						A Stella Maris C. 
								 
								 
							Hay ternura que valga 
							lo sabías 
							trino que la querías 
							se te posa 
							un motivo con algas 
							te prefería 
							cuantiosa y rauda 
								 
							Entre tus hijas linda la primavera 
							hay lo que hay y hay lo que queda 
								 
							Acaricia tu ensueño quien te acomete: 
							la poesía 
							-el libro es otro 
							y otra es siempre- 
								 
							Y siempre es otra 
							la de esos ojos 
							y la tristeza 
							que te remuerde 
							es desde el cielo 
							donde anduvieras 
							tu ser terrestre. 
								 
							 
						Chuli 
								 
								 
							Inmanencia 
							de flores exiliadas 
							en los zapatos de un soneto 
							aunque digás que no 
							diseminada 
							polen y polvo 
							y harina 
							todavía. 
								 
							 
						 
							 
						Laura Kait 
								 
								 
							 
						Si apareciera en el vano de la puerta 
							no sería en vano 
							Si fuera invierno 
							sería sopa 
							Si cenizas en el viento 
							la aspiraríamos estupefactos 
							Si decreciera ahora 
							se ahogaría en su llanto 
								 
							¿Si desistiera? 
							 
						
						Liliana S. S. 
								 
								 
							 
						Las begonias no hacen ruido al crecer 
							el compás no lo marca una sola muela 
							al calendario no lo fustiga un pie ni la sombra 
							[de un pie 
							el hemisferio no te saluda con sus embajadores 
							no importa si al incienso se lo huele con 
							[algarabía 
							lo que no se aprende con saliva se aprende 
							[con fuego 
								 
							Con los peripatéticos no se jode 
							con los rufianes no se codea 
							con las aspas no se vuela 
							no se las mata con la indiferencia 
							ni a las reinas ni a las hadas madrinas. 
							 
					 
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					 Rolando Revagliatti 
							(Buenos Aires 1945) 
						ciudad en la que reside.  
					Publicó dos volúmenes con cuentos y relatos, uno con su dramaturgia y quince poemarios, además de "El Revagliastés", antología poética personal. Ha sido traducido, y así difundido en medios gráficos y digitales, a doce idiomas (su poemario "Ardua" cuenta con reciente edición bilingüe castellano-neerlandés a través del sello "Stanza" en Holanda). 
					Varios libros suyos cuentan con ediciones electrónicas, disponibles en http://www.revagliatti.com.ar 
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