Una lección que se escribe
Teófilo Guerrero

La escritura sirve para poner en claro el pensamiento, aislar las ideas, los acontecimientos, clasificarlos e inscribirlos en un territorio neutro, a la vista del lector, ese espectador diferido que juzga al ir conociendo, al ir concatenando las ideas y acontecimientos elegidos por el escritor para ser expuestos. Leer es comprender.

Larry Tremblay escribe a Martha, Martha escribe a Pierre, y al mismo tiempo describe a muchas mujeres que dependen del amor. O lo que es lo mismo, todos en todo momento nos escribimos unos a otros, es una especie de ley universal: todos somos escritura del otro, y al mismo tiempo somos la escritura de alguien más.

En un estilo sutil, pero no por eso menos directo, Larry Tremblay nos muestra la historia de Martha, una mujer que ha empeñado su vida en un hombre, Pierre, sin que éste lo valore en su justa dimensión. Martha deconstruye a Pierre, para entender y entenderse, y ante la presencia de un espectador, real o no, potencial o no, presente o no, nos abre su alma para asistir a una lectura de su devenir en un momento decisivo, momento idóneo del teatro, del mostrar y del mostrarse.

En la versión de La Nada Teatro de Lección de Anatomía, Miguel Lugo ha hecho énfasis en la lectura de Martha ante los acontecimientos, y en una suerte de análisis forense, se va haciendo trizas, y haciendo trizas su historia para separar los elementos, ponerlos en perspectiva y comprenderlos. Como en todo proceso de investigación, el investigador no puede substraerse a la investigación, y termina siendo él, el investigado. Sara Isabel Quintero hace una interpretación limpia, directa y clara de Martha, la vemos separar cada elemento propio, cortar, retirar y clasificar cada trozo de sí, que es, al mismo tiempo, un trozo de su historia. Quintero establece una ruta directa y sin escalas a la deconstrucción-destrucción de Martha, pero dejando en claro que toda destrucción es el inicio de una nueva construcción.

El director apuesta por una estética limpia, una escenografía esterilizada, como quirófano, para acentuar la neutralidad y evitar una posible contaminación con otros elementos externos, e incluye, casi como parte de la escenografía, casi como utilería, a Pierre, que en un momento dado se activa actoralmente, para ayudarnos a comprenderlo todo. Andrés David hace un ejercicio de solvencia y sobriedad para darle a Pierre la dimensión necesaria, y por lo mismo luce y destaca en un medio en el que el actor está acostumbrado a mostrar lo ya dicho, en este sentido, Andrés complementa, lo que viene a sumar a la anécdota, no a restarle eficacia. La escenografía de Sandra Carvajal es impecable, sobria, y al mismo tiempo impresionante, complementa, viaja por sí misma, encuadra y habita al personaje.

Lección de Anatomía en la escritura escénica de Miguel Lugo es un texto crudo, directo, como toda disección, pero atemperado por un montaje limpio, y la sensibilidad de todos y cada uno de los creativos y actores, lo cual facilita la comprensión, la lectura de Martha, de Pierre, de Sara, de Miguel, del espectador.

   
 | siguiente | regresar |