La luz no envejece
Mario Jaime

Advierto que seré entendido

sólo por una especie nueva,

tal vez iluminada por intrones,

quizá por un autista ciego.

Un ángel rubio torbellino en luces

o un demonio que triste llore su cadalso seco.

Escribo para un mundo sin hombres.

Renacido en flor y fruto de los mares

que a ruinas se levante en hongos,

insectos y poemas en cantos de cetáceos.

Seré entendido sin ser leído

por la brisa que pase sobre selvas

y sonría al no encontrar jamás un ser humano.



*

Ebrio de vida, mujeres y poesía

Soy una cabaña flotadora

(no flotante)

Una cortina de semillas de Munguba

Un pez azul en busca del reposo en el nenúfar

Estoy borracho

Tanta miel y oxígeno han embotado el cerebelo

Tanto Shakespeare, Lorca y Byron en la copa

Tanto río, arrecife, selva; ecosistemas inyectados

¡Quiero más! Vértigo insaciable

Es tan hermoso no ser amado por las musas

pero es más lindo tener cada noche una mujer distinta

acurrucada, esfinge desnuda sobre el colchón

segura del no daño y en su sueño

vampirizarla con ternura y Mango

Soy un borracho sempiterno

en zigzag riego poemas

pa ver si luna

florece en palomillas blancas

¡Quiero más antojos!

Tengo sed en la mirada, en sed, en sangre

¡Tabernero cósmico, otra ronda!

Cocktail de Biosfera infinita

con jugo de rubias y morenas,

una librería en las rocas

y ¡Salud! Que hermosa beodería

Perdón por la última palabra…estoy borracho

Ebrio

de vida, mujeres y poesía

*


Tú que eres sacerdotisa del cosmos y planta diminuta, tú que eres maga por los encantamientos que conformas, tú que en estos tiempos donde la masa infecta del hombre se pasea negando la poesía, sin verla, la llevas en tu cuerpo y en tus ojos y regalas potestades e incendios oscuros con un movimiento de tu mano, tú que pudiste exprimir mis esperanzas y luego las impregnaste con azogue de sulfuro nebuloso, con tu olor a fruta bajo el sol de acuario, con tu alquimia seccionada de los búhos y las almendras, tú que me enseñaste el sabor de fresia y saltaste de los carpos a mis ojos, tú, siempre tu risa y tu tristeza, siempre tu cuello y tus ocasos, siempre, siempre, como una jinete desnuda que amenaza, aún después de muerta, en incendiar su amor en mi memoria.


*
Antes del Amazonas yo era un velo siniestro.

Tenía el aura oscura y sepulcros regados.

Antes del Amazonas amaba Natura como se quiere un sueño,

una utopía lejana; escondida más allá de la niebla lenta.

Ahora amo a Natura con la pasión de la carne,

espíritu iluminado del preso que consigue ver color.

Antes del Amazonas mi cuerpo era cáscara frívola,

me había olvidado de los niños y los seres.

Ahora bebo luciérnagas con mis ojos

y la sangre la encuentro tornasol.

Fingía jolgorio sin confeti antes del Amazonas,

después el amor se implantó y volé,

pude hincharme de calor, la paciencia de los mangos

y la sangrienta pasión envuelta en guaraná.

Antes del Amazonas era un ciego

Ahora miro el mundo con la piel.

Manaus, 2003


*
Anarquismo

¿No has visto, político, una medusa de luz?

¿Te has sumergido, soldado, en un océano de besos?

Quizá convendría mirar un instante hacia el sol.

El ocaso de un ave fragante.

Analizar, muy quedito, la telaraña fugaz.

Entonces, político, renunciarías al gobierno.

Entonces, soldado, arrojarías tu fusil.


*

Mentira.

El amor no es cuestión de Fe.

El amor se siente, navega por las arterias a cañonazos de ácido y dulzura, se congrega en los genitales, los hincha, despliega, activa los poros, llama a las glándulas sudoríparas y toca zafarrancho, comprime los vasos sanguíneos, provoca mitosis desenfrenadas, bradicardias mortales, sinapsis sin juicio, secretando cócteles de efedrinas y burbuja acetilcolina, mata virus, recibe con beneplácito la música bacteriana, tensa las cuerdas de la lengua, metaboliza el ácido láctico, acalambra, busca el abrazo del cuerpo desnudo y ansiado, convoca batallones de conos para ver más colores, horada esponjosos tejidos estomacales, tumba, desgarra, vasodilata en la noche lunar, doblega, incita barriadas de enzimas, busca en los archivos genéticos, repasa y repasa historias, leyendas de faunos con alas, eyaculaciones jurásicas, suicidios celulares en masa, eriza folículos, sopla galernas de hormonas, amplifica la mitocondria, dializa, atribuye plaquetas, descuenta la savia olvidada, construye imágenes lobulares, pianísimo pulso, arroja la dermis, se burla de los papilomas, martillea caracoles, patina en las curvas eléctricas de la neocorteza, manda, impulsa, impera, batea protones, rompe labios, atrae manantiales de perfume y coquetea ternuras con el vomeronasal, templa la médula, congela, suspira, excita, rueda, añora la Muerte ,acepta la Vida.


*

El ATP como una mayéutica para olvidar al zooplancton



Ante todo la energía, el culmen de la mitocondria que vi y que plagó.

Bucear entre espasmos de energía fragmentada

Fichas le dicen, moneda, pero no es dinero, es fuerza pura

De parangón infinitizado

¿Ah?

Pero ¿cómo olvido las pirámides flotantes que una vez ampliaron el espectro de mil pieles?

Y si esas pieles contactaron un espasmo de larvitas, concreciones de una bella intermitencia

Y si esa intermitencia no acabó de sosegarnos

¿Por qué el sosiego viene del deseo colmado por una brutalidad no exenta de fragmentos?

¿Dónde la simplísima marcha de electrones que nos deriva para andar, para flotar, para ser?

¿La medusa que se impactó en mi memoria con su veneno crepuscular, también respira dentro de una cadena absurda de partículas serenas?

¿Nematocistos redentores?

¿Fugaces temperamentos tragados por mil especies que en un limo se desentienden de la muerte?

La visión de millones execra mi opinión sobre el genio y amplia una bocaza nombrada Destino

Avanzo entre tinieblas pues la química es reino sin fotóforos, no puedo oler tanta energía, pero se toca como un crepuscular encore de pasta y fuego.

Olvidarte, masa verde y blanca de transparencias pegajosas,

Olvidarte pues tu flotación me obsesiona como el tapiz de los hombres que flotan mesmerizados

En el océano sangriento de una historia absurda que ellos mismos se han negado

Ciegos, quetognatos que se devoran a besos

Cimitarras en la boca doblegadas pero ciertas para la mutilación del músculo y el cielo

Desovados por miles, al absurdo, a la nada, al desamparo horrible de un desierto concentrado

Piélago de sombras, segundo a segundo sin pregonar jamás la certeza de un pecado o una salvación

Desenfrenos lúbricos de espermas y óvulos confundidos en una gelatina hipermáfica

Sin amor, persiguiendo un rastro de química excitante

Y luego una bocaza y cientos tragados por la nada

Reemplazados, glóbulos con luz grupal, todos iguales, todos en la estupidez flotante de la inopia

Una y otra vez, repitiendo ciclos que no se logran cerrar

Cefalópodas parlarvas gigantescas y rombos dementes que se entregan al frenesí involuntario para su deformidad

Ni las estrellas de otros universos alcanzan a multiplicarse como esas rarezas que segundo a segundo llenan con infinita violencia las eras y los evos.

Los supervivientes se decantarán en sésiles proyectos que hartan a las rocas

Otros navegarán con más volumen en la ruta sorda de las olas

Sin el parloteo, sin las palabras, sin que el tiempo signifique otra cosa más que una muerte

Sin memoria y sin laureles

Yo te viví zooplancton, en las raíces de mis miedos, en el veneno chapuzón al diente y cardo

En el microscopio helado que muestra corazones que no fueron

En las redes finas que te sesgan indiferentes a los maremotos presenciales

Imagen prístina de nubes

Alejandro es ese quetognato que devora a sus hermanos

César un copépodo frotándose en la ambición sodomita de un escurra

¿Dónde el ángel o el demonio? Una cosecha ignara de mediocres o asesinos

rotíferos que cambian sexo para adecuarse a las modas de un buen clima

Así como todos los phyla conocidos flotan en zooplancto, así todos los humanos flotan en la historia

El ladrón, la daifa, el prejuicio, el levantino, el pedófilo que reza por las noches

En el espejo del cladócero eremita

Los cadáveres y los caníbales

Sopa amarga para atávicos cetáceos

Así pasan mis amigos, enemigos, gente lerda y poderosa por el mundo

El mundo no es un teatro, es una sopa de zooplancton

Que se pierde, que se logra y se malogra

Vaya mentira, el plancton es limpio, traslúcido, con ráfagas miméticas celestes

El humano es un tufo de semen necrosado y agua sucia.

Pero esa masa que pulula infecta, rasga un ámbito que pudo ser sagrado en otros lares

Más lejanos, quizá de otras estirpes y genomas.


*

Fractal

Tú ves sin ver

El mar como una mancha sin alma

Pero el mar

Es mar

Y dentro de cada gota un mar

Y sus enlaces covalentes son tormentas

Y sus hidrógenos sonrientes son ballenas

Y afuera de ese mar lo cubre un cielo con estrellas

Que es la superficie de otro mar

Donde navegan los cometas

Y el fondo de ese mar es un átomo acendrado

Y su fuerza de atracción es una gota y una brisa

Que despeina diosas y las calma

Y tú eres un mar

Y tu pasión un tiburón enamorado

Y tu sangre geostrófica corriente

Que confunde el mar con amar y con amado

El mar

Todo es el mar

Y el mar es todo


*

Heisenberg enamorado

Es invierno en Copenhagen

los copos son fractales pero eso no lo sabe Werner

sólo piensa que se derretirían en el sexo de la rubia

tiene una cita con Bohr, no cree en las órbitas, los electrones no son astros

pero la cabeza rubia es sol

¿Dónde está? No en la banca, Werner se desploma

la erección lo pone alerta, carraspea, la rubia en la cama, la rubia en la tina

suda frío

la ve sobre la plancha de caoba, siente sus muslos de lava y calcula

calcula calcula calcula su velocidad

debe viajar a miles de orgasmos por segundo

la corbata nerviosa, el incendio del pecho

La nieve cubre palomas muertas

¿Dónde está? La ve en la tienda, bajo el frasco de argamasa

la ve en el hielo, azules ojos de escarcha y muerte

sabe dónde está y no está

su tiempo y su espacio se le escapan

los labios le susurran, sólo uno de ellos.

Si pudiera calcular su velocidad al mismo tiempo que su posición tal vez sus labios de infierno se abrirían, tal vez su segunda boca le daría las gracias


*

Oda al tiburón blanco

Regalas maravilla con esencia trascendente

Elegancia de nube cautelosa

A tu paso el mar se vuelve adrenalina

Y sonríes sabiéndote abrazado

Por cardúmenes de pajes que te escoltan

El silencio es tu virtud

Conformas pesadillas de pinnípedos

Salpicaduras blancas en heridas legendarias

Lees la piel de tus hermanos

Ahí separas los guerreros de doncellas

Compartes sobresalto de otras luces

Amores épicos de claspers transparentes

Después de ti el océano canta

Algunos cuchichean asombro, enamorados

Del misterio que propagas

Otros elegías, requiems por aquellos que tuvieron la desgracia

De cruzarse en tu odisea

Isla Guadalupe 2005

Mario Jaime

   
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